A través de la historia ser plus size se ha satanizado por la sociedad y las industrias, principalmente por la moda. La eliminación visual de las personas de tallas grandes en publicidades, fotografías y pasarelas es real.
En la actualidad, quienes no se ven representades por las tallas S y M continúan luchando por visibilidad y surge la pregunta: ¿Cuál es el problema con ser gorde? ¿Cuál es el pecado?
Pareciera que la única forma en que la sociedad se siente cómoda viendo a personas gordas/curvy/plus size es en programas como My 600-lb Life, porque lo consumen como entretenimiento y para hablar de ello. Pero si una persona de talla grande quiere celebrarse a sí misme el rechazo es inevitable.
Dentro de la moda, el modelaje de personas grandes se ha segmentado para ser su propia industria. Existen tiendas específicas para tallas grandes, pasarelas y hasta concursos de belleza. A primera vista puede parecer positivo para estas personas, pero solo denota cómo la manera de recibir representación es creando espacios “únicos” para estas.
Origen del término plus size
El término plus size empezó a utilizarse por primera vez en el siglo XX, acuñado por la industria textil estadounidense para referirse a aquellas tallas que se salieran del establecido S o M.
La marca pionera en la creación de prendas que le sirvieran a mujeres grandes fue Lane Bryant. Originada en 1904, empezó con una pequeña tienda en la Quinta Avenida de Nueva York con ropa adecuada para mujeres embarazadas.
A lo largo de sus más de 100 años en el mercado, esta marca minorista especializada en ropa plus size se encargó de vestir a estas mujeres que no encontraban tiendas dónde comprar. Actualmente es la empresa más grande dedicada a ropa de tamaño grande en Estados Unidos.
Lo que vemos en la moda vs la realidad
Una duda constante es por qué la industria de la moda asumió que solamente los cuerpos delgados son merecedores de visibilidad, o que son los únicos estéticos, hermosos o capaces de cumplir la labor de un modelo. Ya sea para ropa, publicidades, campañas o comerciales.
Ahora en el 2021 existe la necesidad de que exista diversidad no solo en la moda, sino en todo ámbito cultural, artístico y social. Para quienes consideran que esto es inclusión forzada pregúntense algo ¿todas las personas que ustedes conocen son flacas? ¿sus familiares son todos flacos? ¿sus amigues?
Si la respuesta es no, entonces esa es la importancia, que no todos lo son. Las personas comunes no se ven como supermodelos y usar exclusivamente personas delgadas como imagen da a entender que son el tipo de personas a quienes va dirigido el producto o la campaña y, tristemente, la sociedad aprendió este mismo estereotipo.
Victoria’s Secret durante la mayor parte de su historia ha excluido a mujeres de talla grande. Durante cuatro décadas se rehusaron a incluir mujeres que no se vieran como sus acostumbrados “Ángeles”, que solían ser altas y delgadas. No fue hasta 2019 que contrataron a su primera modelo de talla grande, llamada Ali Tate Cutler.
No es motivo de aplausos el contratar a alguien “distinto” por primera vez, pero luego de un par de años de recepción negativa y quejas, principalmente de mujeres, VS está abriendo sus puertas a un estilo más diverso y natural, con modelos que representen mejor a la realidad del cuerpo femenino.
Este 2021 mostraron su reinvención como empresa al darle espacios a mujeres más diversas, con cuerpos no tan normativos, además de anunciar que dejarán de usar el concepto de ángeles para definir a sus modelos.
Otras marcas que ofrecieron cuerpos realistas fueron Sports Illustrated y PrettyLittleThings, quienes durante la Miami Swim Week 2021 demostraron la importancia de dar plataforma a todo tipo de mujeres. Sin embargo, aunque PLT ofrece diversidad, aún se quedan cortos en su ética laboral y en cuestiones de sostenibilidad.
No solamente se encargaron de llenar los vacíos que durante años no estaban siendo cumplidos de acuerdo a talla, también hubo modelos embarazadas, transgénero, en silla de ruedas, de edad mayor, entre otras.
La ruptura de estereotipos dañinos
En junio de este año se aprobó en Argentina la Ley de Talles, con la intención de que a partir de su decreto toda pieza que se elabore pueda ir destinada a cualquier tipo de contextura corporal dentro del país. Bajo un estudio realizado determinarán cuáles serán las tallas en las que las empresas de diseño se basarán.
En Argentina, al igual que en todo el mundo, la gente no tiene una talla universal, así que esta ley buscará satisfacer las necesidades de consumo de la sociedad argentina y facilitar opciones para compradores.
Una muestra de lo difícil que puede llegar a ser para una persona de talla grande encontrar tiendas que cumplan con tallas mayores a la “estándar” es el segmento de Empty Suitcase en Youtube, perteneciente al canal de As/Is, y protagonizado por Kristin Chirico.
En los 11 episodios ella viaja a distintas ciudades de Estados Unidos y el mundo, sin poder llevar prendas en su maleta. Debe buscar tiendas de ropa en las que haya tallas para personas plus size, y que estas no sean las típicas cadenas de tiendas, con la misión de crear lo más rápido posible dos outfits que le sirvan para el día y la noche.
Inclusive, previo a sus viajes se encarga de investigar algunos centros comerciales de la zona para saber qué tantas opciones hay y los resultados suelen ser mínimos. En Atenas, Grecia, de 138 tiendas que venden ropa “femenina”, solo seis ofrecían talla 20 o superior. No es un estudio a gran escala, pero la pequeña cantidad sigue siendo sorprendente.
La salud de las personas plus size
En el debate entre la aceptación de modelos de toda talla existe un conflicto dirigido a la “glorificación” de cuerpos que, sin tener veracidad de ello, son denominados como “enfermos”, solo porque son delgados o gordos. El tamaño de un cuerpo no expresa su estado de salud, se tiene la idea de que alguien muy grande inmediatamente sufre de obesidad y está enfermo.
Un ejemplo de cómo tu tamaño no define tu condición física es la cantante Lizzo, quien desde el inicio de su carrera ha apoyado el positivismo corporal siendo ella plus size. Explica que ella mantiene una alimentación saludable y constante ejercicio, pero que no lo hace para volverse flaca, sino para mantenerse en forma dentro de su misma contextura. Estar en forma no es solamente tener musculatura.
Y en tal caso de que estas personas sí sufrieran de enfermedades por su peso ¿acaso no merecen vestirse bien? ¿Que alguien sufra de obesidad significa que no merece tener ropa que les guste? Cada persona merece sentirse bien dentro de sí misma y su representación es válida.
La moda está repleta de estereotipos dañinos, que al mismo tiempo ha influenciado a la sociedad a aplicarlos en el día a día, la raíz del problema va más allá de qué está guindado en los percheros de las tiendas, es un sistema que ha abandonado e ignorado a una parte de la humanidad de su rango de visibilidad.
Se ha aprendido que la manera correcta de aceptar a personas gordas es por medio de su ridiculización, y ahora en el 2021 vemos a más marcas darse cuenta que los humanos de cualquier tamaño son el verdadero consumidor, pero no es motivo de celebración para esta industria que haya tomado tanto tiempo ver la realidad.