El cabello rizado, aunque es común en Venezuela, es un rasgo que genera discriminación. Más de la mitad de la población tiene ascendencia afro (aunque solo el 0,7% se reconocen como afrodescendientes), según el censo realizado el 2011, pero los rasgos físicos aceptados socialmente son los provenientes de blancos europeos.
El viernes 27 de octubre nos reunimos en Café Tinto, en Chacao, para conversar sobre nuestras experiencias con los rizos y las innumerables técnicas de alisado que se popularizan en nuestra sociedad.
Participaron Luisa Barrios y Estefanía Zapata, parte del equipo de Voces Esbaratadas, y contamos también con Eileyn Ugueto y Luzgermary Moreno, como invitadas especiales, que trabajan por la desestigmatización del cabello afro desde sus espacios.
Estefanía mencionó que términos como zambo, mulato o mestizo provienen de la colonia y son clasificaciones racistas. En la actualidad, es común que las personas se autodenominen «morenas» si su color de piel no es tan oscuro, para no reconocerse como «negras», por las connotaciones racistas con las que está cargada esta palabra. En el censo mencionado, el 51,6% de las personas en Venezuela se consideran morenas.
Luzgermary también aclaró el uso de términos como afrodescendiente, negro y racializado. Explicó que cualquier persona con rasgos africanos, como nariz o labios anchos, o cabello rizado, son racializadas por esto, aunque su piel sea blanca.
¿Estás en Venezuela y quieres trabajar con profesionales de moda LGBTIQ+?
Échale un ojo a nuestra Agenda Queer de Moda y apoya el talento de nuestra comunidad.
¿Alisarse o no? La aceptación del cabello rizado
El tema central de la charla fue la experiencia de cada una con el desriz y otras técnicas de alisado químico desde su niñez. Este ritual se imponía desde casa, pero era también una forma de protegerse contra el acoso por parte de compañeros e incluso de las instituciones, bajo excusas de “respetar el uniforme”. Y es algo que se sigue presentando hasta en entornos laborales.
Mairet Chourio, una de las asistentes al consversatorio, afirmó que no hay que culpar a las personas por esto, ya que es producto de un contexto social racista que las impulsa a ocultar rasgos de origen afro.
Por eso, la pandemia del coronavirus fue un momento en el que muchas personas afrodescendientes hicieron las paces con sus rizos. Es el caso de Luisa y de Luzgermary. Al estar en cuarentena y no poder ir a las peluquerías, o no tener la presión social de alisarse el cabello, comenzaron a apreciar más su cabello natural y a buscar formas de cuidarlo. Al retomar las actividades presenciales, algunas siguieron con este tipo de peinados, pero otras volvieron a prácticas de alisado.
Nohelia Urbina, otra de las asistentes, expresó que nunca es suficiente el blanqueamiento, y que eso es otra forma de dominación. «Cuando uno llega a la época de colonización, una forma de dominar a las personas negras es también la apariencia física, y eso pasa por el cabello».
Los rizos naturales, para ser aceptados socialmente, deben lucir una forma exacta y extremadamente cuidada. Frente a eso, Estefanía afirma que «el cabello rizado no tiene que estar perfecto 24/7. El cabello rizado existe y está». De esta manera, critica una imposición social que permite cierto desarreglo en cabellos lacios, pero no en variantes más rizadas.
Por esto, Eileyn hizo énfasis en que el primer paso es aceptar nuestra identidad y sentirnos a gusto con nosotrxs y con nuestro cabello. Si no nos aceptamos, los comentarios externos y el acoso van a afectar nuestra manera de percibirnos y nuestra salud mental.
El cuidado del cabello rizado
Otro problema que surge al querer mantener un cabello rizado saludable es el costo de los productos específicos para su cuidado. El precio puede llegar hasta 100 dólares y, cómo cuestiona Luzgermary, ¿dónde está la gente que necesita esos productos? ¿Pueden pagar este precio? Eso también contribuye al uso del desriz, que es mucho más accesible y más fácil de conseguir.
El costo de los trenzados también suele ser elevado. En este punto, Eileyn aclaró el concepto de peinados protectores. Se suele pensar que los peinados protectores son las trenzas, pero esto solo es cierto para un tipo específico de rizo.
Eileyn explicó que un peinado protector es cualquiera que no maltrate el cabello, y puede ser incluso una cola o peinar siguiendo la caída natural. «Cuando pasas del 30% del estiramiento en el cabello es perjudicial», aclara Eileyn. Esto hace que se vuelva quebradizo y afecta incluso el cuero cabelludo.
A lo largo de la conversación, las asistentes compartieron igualmente casos de discriminación durante su infancia o su vida laboral, así como los momentos en los que decidieron transicionar del alisado a llevar sus rizos naturales.
El encuentro se extendió más de lo previsto y quedamos con la promesa de seguir creando espacios para hablar sobre estos temas, que se suelen invisibilizar bajo el pretexto de que «en Venezuela no hay racismo».