La moda, en su mayoría, se toma como una cantidad de prendas que se usan por un determinado tiempo, gracias a las tendencias, a los artistas, a los influencers o a cualquier movimiento que tuvo por consecuencia el uso común de una prenda. Estar a la moda es una percepción que, lamentablemente, también se aplica a los cuerpos femeninos.
El cuerpo es un arma en la moda. Lo notamos en las campañas publicitarias, en las redes sociales, en los comentarios sobre lo que usó Bella Hadid o si simplemente cada vez está más delgada. La eterna búsqueda del «cuerpo ideal» es un ciclo que nunca acaba.
Tendencias en los cuerpos: La evolución a través de la moda
Si tomamos como punto de partida los 2000, notamos que los cuerpos femeninos son los más afectados por la crítica y la percepción. Desde cuerpos extremadamente delgados, ejercitados, curvos y rectos hasta medidas de Miss casi imposibles. Pero esto es algo que sucede desde hace más de 100 años.
Gibson Girl
Consideradas el primer ideal de belleza en este tiempo, fueron inspiradas en los dibujos de Charles Dana Gibson a finales del siglo XIX. Nacen de la mujer americana, perteneciente a la alta clase, con cuerpo de reloj de arena.
La vestimenta se caracteriza por corsés ajustados que simulan una cintura diminuta, faldas largas, cuellos largos, hombros caídos y mangas con corte medio.
A finales del XIX, Estados Unidos se impulsa como una potencia mundial debido a su industrialización. Este es un evento que, a inicios del siglo XX, da pie a la belleza coqueta e ideal de la Gibson Girl; acompañado de los primeros movimientos sufragistas.
Flapper Girl
Aunque durante los años 20 existieron una gran cantidad de revoluciones en la moda, las flapper girls marcaron un antes y un después en 1920. Concluida la primera guerra mundial y con derecho al voto, las mujeres dejaron la vida hogareña y tomaron un rol más activo.
Se caracterizaban por tener líneas rectas en el cuerpo. Busto pequeño y caderas poco marcadas. Esto se enfatiza en la vestimenta suelta y cortes rectos, faldas cortas y materiales más frescos. Todo es más ligero, ya que las mujeres siempre estaban en movimiento.
Dos grandes exponentes de este movimiento fueron Clara Bow, actriz de cine mudo y el claro espíritu de una chica flapper; y Coco Chanel, gracias a sus diseños, marcando la liberación de la mujer con los vestidos rectos y la popularización de los pantalones. El corsé y lo ceñido al cuerpo habían quedado en el pasado… por el momento.
Las curvas en los años 30
Los escotes y la «feminidad» no se ocultan por mucho tiempo. Los cortes naturales que acentúan el cuerpo de las mujeres se hacen más presentes en el cine. El glamour era tendencia de nuevo, y después de la Gran Depresión en 1929, la «feminidad» venía con fuerza.
El ideal de esta belleza cuenta con los diseños de Marcel Rochas, diseñador parisino que combinaba lo casual con los corsés y figuras de sirena. Del lado de Latinoamérica, Dolores del Río fue y es una de las «bellezas naturales y estilizadas» del cine más importantes.
Cuerpos durante la Segunda Guerra Mundial
Las mujeres entran a trabajar en las fábricas de forma masiva en los años 40 (aunque ya formaban parte del mundo laboral, se populariza por la falta de hombres en las fábricas debido a la guerra), y la imagen We can do it! inspiraba a las trabajadoras a romper ese patrón de ama de casa. Sus brazos se tonifican por la labor y ganar unos kilos era símbolo de un cuerpo sano.
Debido a la guerra, la vestimenta fue inspirada en este acontecimiento. Hombros militares, trajes, tonos verdes y beiges, cinturas marcadas, faldas midi, sombreros y guantes. A causa de la escasez de materiales, la cantidad de tela en cada traje tenía un límite.
Bombshell look y Pin-up
Estados Unidos gana la segunda guerra mundial y en los años 50 el rol de las mujeres vuelve a ser el de amas de casa, luciendo lo que se considera más atractivo y marcando nuevamente su «feminidad». Las curvas, los escotes y el estilo bombshell se consolidan con uno de los íconos más grandes: Marilyn Monroe.
La revista Playboy también nace durante esta época, popularizando este tipo de cuerpos, aumentando de peso para conseguir las curvas, pero manteniendo una cintura pequeña. Además de un busto y piernas pronunciadas.
Las mujeres pin-up también se vuelven tendencia: marcando su busto con escotes ovalados o en forma de corazón, pantalones o faldas de talle alto y hombros descubiertos. Acentuando rasgos considerados femeninos de una forma más casual.
Una excepción a la regla: Los años 60, 70 y 80
Durante estos años, el cuerpo de las mujeres no tuvo un cambio extremo o notorio. Empezando por los años 60, y como imagen más clara, la modelo Twiggy, con un cuerpo pequeño y delgado, y sin gran énfasis en la cintura.
Seguido en los 70 por cuerpos delgados, pero esbeltos. Un poco más atléticos, gracias a las actividades al aire libre o bailoterapias. Destaca Farrah Fawcett, actriz estadounidense, con un estilo casual sport, pantalones altos y tops más deportivos.
Dentro de los 80, estar tonificada y ser atlética se popularizó en occidente gracias a los videos de entrenamientos de Jane Fonda, igual de delgada, pero marcando los músculos del cuerpo. Además, la imagen de la supermodel se encuentra más presente.
Heroin Chic en los 90 y el inicio de los 2000
Moda marcada por la modelo Kate Moss, con cuerpos muy delgados, las chicas Heroin Chic fueron tendencia en los 90. Destacaban lo desgastado, las ojeras y dietas extremas hasta llegar a dar la impresión de una posible adicción. A pesar de que la introducción de Kate Moss no tenía esta intención, la idealización de este cuerpo creó prácticas nocivas para el cuerpo y su idealización.
Durante los 2000, los cuerpos delgados seguían estando en tendencia, pero con la diferencia de verse más tonificados y atléticos. Los bustos grandes, pero con cuerpos delgados, eran aplaudidos durante estos años, y eran comunes entre las cantantes pop, como Britney Spears y Christina Aguilera, y la empresaria Paris Hilton.
Las Kardashians y las curvas
Los estereotipos de cuerpos delgados imposibles dejan de ser tendencia con la llegada del 2010, cuando Kim Kardashian y sus hermanas llegan con sus cuerpos voluptuosos con cinturas diminutas. La diversidad en los cuerpos está más presente y se hacen visibles modelos plus size, como también la idealización de los cuerpos Kardashian.
Las tallas 90, 60, 90 cada vez eran más deseadas por el público general. Aunque abrió paso a la diversidad de cuerpos, la imposibilidad de verse como una Kardashian causó un desbalance en este proceso de visibilidad.
Aun en negocios como el modelaje o televisión no era común ver representantes de tallas grandes y esto abrió un camino importante para su presencia en los medios de comunicación y redes sociales.
Actualidad: Bella Hadid y el regreso de la Heroin Chic
Entramos al 2023, y la imagen de la Heroin Chic poco a poco se implementa nuevamente. El cambio corporal de Kim Kardashian al quitarse sus implantes, los videos de ejercicios, los idols coreanos y Bella Hadid se han convertido en contenido diario para todos.
La idealización de los cuerpos ha generado una cantidad de problemas de autoestima y salud a lo largo de los años, y otra vez se muestra cuando el patrón de la delgadez extrema se repite ahora, copiando y replicando cuerpos de famosos que no nos representan.
El cuerpo es cíclico como la moda
Así como las tendencias se repiten en la ropa, el cuerpo también llega a convertirse en tendencia. Tendencia que, con un repaso histórico, demuestra que se repite con una frecuencia de 10 años entre una y otra. Esto es preocupante, porque algo que nació de un dibujo en 1910 se mantiene presente hoy día.
La tendencia en los cuerpos surge como en la moda, estímulos externos como las redes sociales y los famosos se convierten en modelos a seguir casi que al pie de la letra. Cómo se viste, qué productos usa, cómo luce y por qué yo no luzco de la misma forma.
Todo se origina en la sociedad. Somos nosotros los que consolidamos esas tendencias. El poder que le demos a cuerpos ajenos, no resta el poder del nuestro. ¿Realmente cambiamos porque queremos o porque otros lo dicen? El cuerpo perfecto es tan cuestionable como una marca de fast fashion.
