Leer sangre, ver sangre, escuchar sangre es, para muchos, significado de dolor y peligro. La sangre es un tejido vivo, que va y viene en nuestro organismo. Cuando esta sale de él, es por algún estímulo o porque así se da como un proceso natural, en el caso de la menstruación en las personas con útero. La sangre también es una muestra de que algo ha impactado con la piel y basta con que rasgue la capa más superficial para que se deje ver.
En este artículo voy a tratar de relatar en unas pocas palabras el inicio de un movimiento que está presente en más de seis países y que reúne a miles de personas a tejer todos los meses. Este año está cumpliendo cuatro años de activismo.
Origen de Sangre de mi Sangre
A mediados del año 2019, Mariana Giménez fundó Colectiva Hilos en México, un espacio para tejer en compañía de otras mujeres. Así se creaba un medio de expresión y escucha entre las participantes. De este mismo espacio nació el proyecto Sangre de mi Sangre en el 2020, liderado por Claudia Rodríguez.
Claudia lo describe como tejido de contención, constituido por personas, en su mayoría mujeres, que expresan sus experiencias dolorosas en el espacio público. Con agujas de crochet, ganchillo, telares y hasta los dedos, van tejiendo en hilo rojo en museos, plazas, anfiteatros, cualquier lugar visible en la calle. La intención es revelar el maltrato que han vivido, los feminicidios de familiares y amigas, y también el de cualquier otra persona desaparecida, torturada y violentada.
Este proyecto se ha extendido por varios países, la mayoría de América. Profesoras, artistas, diseñadoras de moda, amas de casa, estudiantes y profesoras tejen en Venezuela, Chile, Argentina, Perú, Honduras, y también en Europa, específicamente en España y Alemania. Cada mes se hace un evento de tejido en público y cada tres meses se hace un encuentro virtual. En uno ellos Claudia comentó:
El tejido históricamente se ha relacionado con lo femenino. En la cultura Wayúu, por ejemplo, las mujeres son las que se dedican a tejer. Es un arte, hobby u oficio que culturalmente se ha relegado a ellas. En los encuentros de Sangre de mi Sangre, los hombres que ven a las mujeres tejiendo se sienten atraídos y se unen a tejer también, sobreponiéndose a los estereotipos de género relacionados con esta práctica.
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Cómo lo político se relaciona con el tejido
Desde Chile, Evelyn Navarrete comentó en un evento virtual que han tejido en el 2023 en la Celebración del Golpe Militar a Pinochet. Esta fue una dictadura en la que hubo desapariciones forzosas y centros de exterminios en el año 1973. Las mujeres han colocado el tejido en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Ella también comentó que las mujeres de las comunidades rurales tienen pocas oportunidades para juntarse en espacios colectivos y nutrirse.
El tejido social es un término que se emplea para referirse a las relaciones entre los miembros de la sociedad, en el que el grueso es la familia. Con la Colectiva Hilos existe una vinculación entre lo que se elabora con las manos, las personas que participan y el espacio público que es netamente político.
El hilo tejido que se trama desde Venezuela
Mima Cortez y Marthaelena Rosas lideran el proyecto en Venezuela. Ellas están en Valencia y hacen encuentros en esta ciudad y en Caracas. Mima comentó, en el encuentro virtual de octubre de 2023, que:
Mima es diseñadora, activista, antirracista y fundadora del colectivo Todxs Podemos Ser. Marthaelena lleva una marca de tejidos llamada Ex0tic. Ambas son tejedoras. Desde marzo de 2023 están tramando el hilo rojo en Venezuela junto a 16 mujeres que han contribuido con este manto rojo, en un país que también tiene historias y experiencias dolorosas en torno a la violencia, sobre todo aquella que ha vivido en los últimos años con la diáspora. Sin embargo, a los encuentros han asistido muchas más personas.
En el año 2023, el proyecto Sangre de mi Sangre en Venezuela tuvo 16 encuentros, siete en Caracas y nueve en Valencia. En el 2024 se han reunido cinco veces en Caracas. Se encontraron para tejer el día 20 de abril, en torno a la celebración de Fashion Revolution Week, y el 27 para celebrar un año de resistencia.
Sangre de mi Sangre se materializa a través de las manos de cada persona que teje con las ansias de encontrar a quienes no están, como el deseo de que la violencia cese. A diferencia de los otros países donde se teje el colectivo, como México y Chile, en Venezuela el movimiento está dando sus primeros pasos, ya que las acciones en el espacio público no son tan comunes, especialmente con este tipo de actividades.
En abril se cumplió un año desde que se creó el colectivo en Venezuela, con la intención principal de exponer y gritar por los feminicidios a través del tejido. Hoy se han expandido los motivos por los que tejer con el hilo rojo, así como las personas que en principio eran mujeres y ahora también son personas de otros géneros.