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Collage: Laura Jean

La moda vintage: una forma de reducir nuestro consumo

El sábado 24 fue nuestro séptimo encuentro, donde dimos inicio al segundo ciclo de nuestro Círculo de Lectura. El tiempo estuvo lluvioso y hubo poca asistencia, pero aún así discutimos y escuchamos distintas reflexiones y experiencias sobre el uso del vintage.

El término vintage, según explica el texto, proviene de la industria vinícola y se refiere a una cosecha de una región y año específicos. En la moda, la ropa vintage refiere prendas de épocas pasadas, que va desde los 70 y 80, pero puede incluso llegar a piezas y accesorios de finales del siglo XIX.

En la actualidad, el vintage puede incluir prendas de inicios de la década del 2000, pues esta época tiene un estilo definido y diferenciado de la estética de los 90 y de las décadas posteriores.

En la moda el concepto nace alrededor de los 70 para señalar a consumidores que adquirían prendas de los 40 o 50. Sin embargo, esta práctica ya se hacía desde mucho antes, aunque estaba asociada a clases bajas, que lo hacían por una necesidad económica más que estética.

Es a partir de los 70-80 que varias figuras públicas comienzan a integrar el vintage en su estilo y legitiman esta práctica para el resto de la sociedad.

Kiki Mijares, artista multidisciplinaria que nos acompañó en Las Corocoras, menciona:

«En mi familia usaban ropa vintage, heredada de generaciones pasadas. Aún hoy, poseo prendas de esa época que siguen en buen estado.»
Kiki Mijares
Artista

La autenticidad de las prendas vintage

Un concepto clave en el vintage es la autenticidad de la prenda. La pieza debe haber sido confeccionada en una época pasada, no solo seguir la estética. En caso de realizarse en la actualidad siguiendo modelos antiguos sería retro, pero no un vintage auténtico.

La práctica del vintage toma objetos de un contexto histórico y los inserta en otros, dándoles otro significado y otra forma de expresión. Pueden usarse las piezas integradas con prendas actuales, o mezclando elementos de épocas distintas.

Usar vintage es un arte de combinación y expresión única y diferente para cada individuo, lo que nos lleva a otro concepto de la autenticidad, pero esta vez de parte del usuario.

Como práctica de moda, el vintage surge en un momento en que la globalización del fast fashion comenzaba a estandarizar los estilos. Todas las prendas son iguales, las tallas no se ajustan a todos los cuerpos y los materiales son de menor calidad.

Al hurgar en el pasado, las personas encuentran piezas únicas que las diferencian de la uniformidad del vestir contemporáneo. Donde el fast fashion unifica el estilo, el vintage te dice cada persona es diferente. La moda como expresión, en la actualidad, encuentra una herramienta ideal en la ropa de épocas pasadas.

Este movimiento, además, hace que las prendas se valoren más. Mientras el fast fashion produce en masa para usar unas pocas veces y después desechar, las piezas antiguas cargan una historia detrás de ellas, que el usuario conoce y comparte, como un rasgo más de su indumentaria.

Sesión II - Usar vintage como una forma de conocerse

El sábado 31 de julio fue nuestro octavo encuentro, donde proseguimos con el texto Enganchadas al Vintage. En la sesión anterior discutimos sobre los inicios del vintage y la importancia de la autenticidad al reconocer una prenda de época.

En esta ocasión, la reunión se dio de forma virtual a través de Google Meet, y pudimos contar con la asistencia de personas que se encuentran en distintas partes de Venezuela y de Latinoamérica.

Nos acompañó Flordimar Pérez, directora de SinCrónica Timestore, una tienda de prendas y objetos vintage. Debido a esto, ha tenido experiencias cercanas con este tipo de ropa y, además, con las personas que lo usan.

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Virginia Alvarado usando prendas vintage.
«El uso del vintage surgió en los años 50, durante la recesión económica posterior a la guerra. Pero es a partir de los 80-90 que adquiere mayor relevancia.»
Flordimar Pérez
SinCrónica Timestore

Este auge no es casualidad, pues hacia finales del siglo XX la industria de la moda alcanzó un nuevo pico en su masificación; las fábricas se trasladaron a países en desarrollo y los estilos se homogeneizaron aún más. Aunado a esto, la calidad de los textiles se redujo: el fast fashion introduce el concepto de obsolescencia programada a la ropa.

Usar ropa vintage, en este escenario, es una manera de protestar contra el estilo único y universal impuesto por las grandes marcas. Manuel Colón comentó que comprar ropa de época o de segunda mano es una forma de consumir sin seguir tendencias. Además indicó que:

«Las prendas tienen historia y personalidad. Me gusta pensar en el origen de la prenda: quién la usó, cuándo la compró, por qué decidió llevarla a una tienda de segunda mano.»
Manuel Colón
Modelo queer

La autenticidad de la prenda vintage

Lo que distingue al vintage de lo retro o lo usado es su pertenencia comprobada a una época anterior. Flordimar comentó que la forma de las etiquetas y de las costuras es clave para reconocer una pieza vintage auténtica. A través de SinCrónica se ha familiarizado con todos estos trucos necesarios para saber cuándo una pieza es de época y cuándo solo lo pretende.

Lindys Vásquez, estudiante de sociología y profesora de Teoría de la Moda, comentó también que la diferencia de las prendas vintage tienen que ver con el recuerdo, la nostalgia y lo simbólico que tienen, frente a piezas hechas en épocas recientes.

En este sentido, Manuel aclaró que lo vintage es un tipo de prendas y no una estética, como suele confundirse. No hay un estilo único de lo que es vestir de época y cada usuarie puede combinar las prendas para adaptarse a lo que quieren expresar.

La autenticidad de quien usa vintage

Más allá de la personalidad y la historia que pueda tener cada prenda, usar vintage también es una forma de definirse y expresarse individualmente. La producción masiva hace que todas las personas usen las mismas prendas, con los mismos estampados y los mismos estilos.

Si entendemos la vestimenta como una forma de expresión, el fast fashion entrega personalidades prefabricadas que no identifican realmente a la persona que lo usa.

«La ropa vintage nos ayuda a encontrar nuestra identidad y nuestra personalidad. Nos ayuda a decir ‘yo soy esto’, ‘yo existo de esta forma y a través de estas piezas.»
Flordimar Pérez
SinCrónica Timestore
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