Las mujeres a lo largo de la historia hemos luchado por la libertad femenina, pero ¿sabías que las mujeres también tuvieron que luchar por su derecho a usar pantalones?
El pantalón es una prenda de nuestro día a día, una pieza básica que puedes encontrar en cualquier guardarropa y ofrece comodidad. Imaginar el pantalón como símbolo de revolución puede parecer exagerado, pero es una realidad que las mujeres occidentales vivieron en el siglo XIX.
Existe el mito de que Coco Chanel fue la primera diseñadora mujer en incluir los pantalones en sus trabajos y outfits diarios. Si bien es cierto que Chanel fue una figura importante en la historia del pantalón para la alta clase, antes de ella y sus diseños sencillos y elegantes existieron mujeres dispuestas a desafiar el status quo y usar pantalones.
Antes de esta diseñadora existieron las mujeres sufragistas. Pero antes de que todas ellas existieran, una mujer usó pantalones para conseguir su libertad: Ellen Craft.
El pantalón como símbolo de libertad y revolución
¿Sabías que las mujeres eran arrestadas por usar pantalones? Existen registros de mujeres que fueron arrestadas hasta 7 veces por usar pantalones, como es el caso de la Dr. Mary Walker.
Pero, ¿cuándo inicia todo este movimiento de las mujeres usando pantalones? Hacer una línea temporal es un poco complicado, pero podemos iniciar con la mujer que mencionamos anteriormente, Ellen Craft.
Ellen y William Craft eran una pareja de esclavos estadounidenses que planeaban escapar en 1848. Ellen era hija de un esclavista blanco y una esclava que pertenecía a la hacienda. Su piel era tan clara que muchas veces era confundida por visitantes como una de las niñas de la casa. Su color de piel le concedió lo que se conoce como «white-passing», pero esto no iba a ser suficiente para poder viajar libremente por el país.
Así que Ellen ideó un plan con su esposo. Ella usaría pantalones y se haría pasar por un joven blanco y adinerado, que viajaba en compañía de su esclavo William. Para la época, que una mujer usara pantalones era considerado cross-dressing o travestismo en español —una ofensa para las buenas costumbres de la época—.
La historia de Ellen sería el inicio de una larga travesía que las mujeres sufragistas seguirían. La vestimenta del siglo XIX consistía en corsets apretados que ponían en riesgo la salud de muchas mujeres, largas faldas vaporosas que se ensuciaban con facilidad en la calle o podían quedar atascadas en cualquier lugar, y tacones altos, incómodos para realizar labores diarias.
Las mujeres no solo debían luchar por sus derechos sufragistas, también debían luchar por el derecho a estar cómodas.
Las mujeres sufragistas: una lucha por el voto y la comodidad
En la sociedad occidental, el pantalón era un tabú. Las mujeres empezaron a usar pantalones a mitad del XIX, como parte del movimiento de reforma de vestimenta y los derechos de las mujeres.
En este movimiento tenemos tres nombres importantes: Elizabeth Smith Miller; su prima, Elizabeth Cady Stanton; y Amelia Bloomer.
Elizabeth Smith Miller es considerada la primera en diseñar el antepasado del pantalón, en 1851. Trabajando en su jardín, se dio cuenta que las faldas eran un obstáculo para hacer la mínima labor diaria. A partir de aquí decide utilizar un atuendo que consistía en una falda que llegaba hasta debajo de las rodillas y un pantalón «turco» suelto que se recogía en los tobillos y se llevaba con una chaqueta corta encima.
Y con esta particular indumentaria fue a visitar a su prima Elizabeth Cady Stanton, otra militante del movimiento sufragista. Stanton y su amiga Amelia Bloomer decidieron acompañar a Smith y empezaron a utilizar lo que tiempo después sería conocido como «Bloomers».
Amelia Bloomer fue una sufragista, editora y dueña del primer periódico dirigido por una mujer: The Lily. Siendo influenciada por su amiga Stanton, Amelia empezó a utilizar los pantalones de Smith y se interesó en la reforma de vestimenta, llegando a popularizar en sus artículos los bloomers. Amelia estaba sorprendida del alcance que tuvo esta idea y cómo cientos de mujeres le enviaban cartas, ansiosas de deshacerse de las largas e incómodas faldas.
Sin embargo, otra sufragista, Mary Livermore, describiría el uso del bloomer como una «crucifixión diaria», debido a la cantidad de acoso que recibían por parte de hombres en la calle. Incluso Miller y Stanton fueron perseguidas por una multitud de hombres que les cantaban, gritaban y se burlaban. Poco a poco el furor del pantalón se fue apagando, hasta que las mujeres, incluyendo a muchas sufragistas, renunciaron al «vestido de la libertad» por su salud mental.
Coco Chanel y su influencia en la alta costura
Las guerras mundiales hicieron que las mujeres volvieran a usar pantalones, ya que muchas de ellas se vieron obligadas a tomar trabajos en fábricas cuando los hombres fueron reclutados para participar en la guerra. Si bien en la moda el pantalón aún no era reconocido como una prenda femenina, esto ayudó a que los diseños de Coco Chanel no sorprendieran mucho al público.
Su filosofía era: «La sencillez es la clave de toda elegancia». Y eso es exactamente lo que representaban sus diseños: la sencillez. Desde su famoso vestidito negro hasta las blusas sin mangas, las chaquetas recortadas, los trajes de chaqueta de tweed, las chaquetas de punto y otros elementos básicos de la moda masculina clásica. Le dio opciones a las mujeres de clase alta más allá del corset y las largas faldas.
Coco Chanel se interesó primero por las mujeres que, a causa de la Primera Guerra Mundial, se veían obligadas a llevar pantalones. Entonces, lanzó una serie de diseños, como trajes y pantalones de tweed. De hecho, los pantalones se convirtieron en parte de la imagen de su marca, y no sólo los llevaban las mujeres famosas y ricas.
Cómo es la llegada del pantalón a Venezuela
Al hacer una búsqueda superficial en Google no hay información suficiente o enriquecedora sobre cómo fue la introducción del pantalón en nuestro país. Recordemos que Venezuela es un país conservador, por lo tanto, a inicios del siglo XX, ver mujeres en pantalón era casi imposible. Sin embargo, hay un testimonio de una chica explicando cómo su abuela se negaba a usar faldas y seguir los constructos sociales de la época.
Su nombre era Isabel Ramírez, oriunda de San Rafael de Mucuchíes. Según la publicación, era una mujer de mucho temple y no tenía miedo a rebelarse. No hay fuentes verídicas sobre si se trató de la primera mujer en usar pantalones en Venezuela, pero sí es un claro ejemplo de que la libertad y el empoderamiento femenino es una búsqueda diaria, incluso en la actualidad.
¿Sabías de estas mujeres y su ardua lucha por la comodidad femenina? Aprender un poco más de las mujeres que han luchado por tener su propia, nos inspira a seguir luchando por un mundo donde la mujer pueda decidir sobre cuerpo, su ropa y su libertad.
2 comments
Me gusto muchísimo el articulo, es sumamente interesante entender como algo que utilizamos a diario pudo tener un significado tan relevante en aquella época y como mujeres pioneras del feminismo lograron con sus hazañas permitir que hoy en día desde las niñas mas pequeñas puedan utilizas pantalones sin ser juzgadas. Ademas me impresiona como lograron normalizar un elemento de nuestra vestimenta que nos hace igual a los hombres y que por consiguiente, nos da la misma libertad y nos permite estar igual de comodas.