Texto por: Isabela Garrido.
¿Cómo fue que una ingeniera eléctrica se decantó por algo tan aparentemente disímil como el diseño de moda?
Esta es la historia de María Gabriela González Urbaneja, ingeniera, servidora pública y mujer trotamundos, quien un día de 2023 trajo en su maleta de vuelta a Venezuela 60 metros de tela encerada de África, en específico de Ghana, para crear Lulít.
María Gabriela lanzó su primera colección en febrero de 2025 con 11 piezas en talla M y L, ajustables a los cuerpos venezolanos y al margen del imperativo europeo o norteamericano, que priorizan la extrema delgadez.
La colección está compuesta por faldas, conjuntos de top y pantalón, vestidos, chalecos, camisas para hombres y una braga. Todo hecho con tela encerada y con complementos. El conjunto Azules, por ejemplo, está compuesto por un pantalón y un chaleco de chambray.
La calidad de las telas y su color convierten cada prenda de Lulít en una pieza statement. Y cómo no si se trata de estampados hechos en Ghana. Predominan los amarillos, morados, verdes, azules, ocres, con estampados que evocan la naturaleza como hojas, círculos y flores.
Las telas son en sí mismas parte del valor de la marca, además de sus procesos sostenibles, como el diseño digital, el máximo aprovechamiento de las telas y el principio de trazabilidad al momento de comprar materias primas.
Desde su centro de producción en Caracas, María Gabriela conversó sobre su experiencia y nos contó sobre su próxima colección, hecha a partir de las experiencias que sumó tras el lanzamiento de Lulít.
¿De la ingeniería al diseño de moda? ¿Qué te llevó a dar este paso?
Eso viene de mi abuela trujillana, Luisa Amalia. Ella fue costurera en Betijoque y bajaba las prendas al sur del lago de Maracaibo a venderlas en los campos petroleros. Ahí conoce a mi abuelo Valentín, se casan, y al cabo de unos años se instalan en el estado Trujillo. Con ella aprendí el oficio.
Luego, como soy ingeniero, manejo programas de diseño computarizado y todos mis planos los hago en AutoCAD. Eso me facilitó el uso de Adobe Illustrator. Ahí hago todos mis figurines, que luego son insumos para la modista que cose.
Ahora mismo me estoy formando en Diseño de Moda. Ya en diciembre tendré mi diploma.
¿Qué te llevó a África?
Trabajé en una ONG instalando redes eléctricas en sistemas de pozos de agua. Estuve en Liberia y Sierra Leona. Sin embargo, las telas que compré las traje de Ghana.
Estando allá, comencé a trabajar con un joven sastre, Alusine Kabba Bangura. Su padre fue sastre y le enseñó. Ahora él cose en Sierra Leona para mantener a su familia y terminar su carrera de medicina.
¿Qué te atrajo de las telas?
Traje algodón encerado de África de la mejor calidad, es una tela que se cubre de una cera para cuidar los estampados y que permanezcan vivos.
Además, África es nuestra madre. Lo afro no es solo la figura que aparece en las bolsas de Harina Pan, o el tambor, la rumba o el pelo. Todo lo que viene de África es permanentemente reducido a «folclor» y no es así. Es un estilo de vida. Las telas son maravillosas, es algo artístico.
¿Qué pasos diste antes de concretar la idea de la marca?
Lo primero es entender que no vas a vivir del emprendimiento los dos primeros años. No te va a dar para comer. Debes tener garantizada tu economía, condominio y mercado, porque si obtienes un crédito es para inversión en activos, como comprar materiales para producir, exhibir, pagar salarios, alquileres y lo que produzcas tienes que meterlo en la cuenta para pagar el crédito.
Vas a tardar al menos un año de tu vida en posicionar la marca, saber cuál es tu nicho de mercado… Debes estar dispuesto a aprender.
¿Qué significa Lulít? ¿De dónde viene el nombre de tu marca?
Lulít significa perla en amhárico, que es el segundo idioma más hablado en Etiopía. La perla es el único material para hacer joyas que proviene de un ser vivo y esa es mi marca: un ser orgánico, vivo, que se transforma en algo hermoso, como una joya.
¿Qué diseñadores o diseñadoras han sido referencia para ti?
Mi musa en Venezuela es Yenny Bastida. Desde sus comienzos lo ha tenido muy claro. Tiene su centro de producción en Chivacoa (Yaracuy) y dispuso de una guardería para las hijas de sus costureras.
También me gustan Stella McCartney y Oskar Metsavaht, de la firma brasileña Osklen.
Además de los diseños y telas, ¿qué crees que distingue a tu marca?
Sus valores: sostenibilidad consciente, sentido comunitario, moda lenta con propósito, creatividad, estilo con impacto y trazabilidad.
Me gusta que la gente sepa de dónde vino la tela con la que se está vistiendo, saber que la tela no viene de fábricas que lanzan agua a los ríos y los contaminan. Tomo eso en cuenta al momento de elegir un tejido.
Además, produzco en tallas modificadas. En Venezuela se imitan las tallas europeas o las tallas establecidas por los conglomerados de moda.
En Lulít todos los pantalones tienen una pretina lisa y atrás una liga para que puedan adaptarse. Las faldas y bragas se ajustan en la cintura, al igual que las mangas.
Tienen que ser diseños que se adapten a las necesidades de las personas. La gente no está flaca toda la vida, el vestido se tiene que adaptar, se tiene que ver bien puesto solo o con algo abajo, son diseños que se adaptan.
Ocho claves para emprender
La conversación con la creadora de Lulít arroja luces sobre las iniciativas de emprendimiento en Venezuela.
Mucho se habla (y escribe) sobre tener una idea y atreverse a llevarla a cabo. Sin embargo, es importante tener claros algunos aspectos. En función de ello, preguntamos a María Gabriela qué se necesita realmente para emprender. Estas son sus claves:
- Al inicio, la ganancia va a ser mínima
- Si obtienes un crédito, úsalo para impulsar tu marca y aprender.
- Analiza quién te compra.
- Estudia, estudia, estudia.
- Haz comunidad con otros emprendedores. Apóyalos.
- Piensa en aportar valor humano a tu marca. Responde en qué puede ser útil a tu comunidad.
- Da importancia al mejor aprovechamiento de materiales y a la reducción de desechos.
- Infórmate sobre políticas públicas de apoyo al emprendedor.
Este artículo fue escrito en el marco de la primera cohorte del Modáfono, un programa formativo de Esbaratao.
Somos un equipo independiente impulsado por la pasión de informar sobre las problemáticas de la industria de la moda local y generar soluciones.
