La función principal de una pieza hecha para el cuerpo es cubrirlo, pero adquiere otra dimensión gracias al estudio breve de su construcción. Las texturas, los colores, las fibras y los materiales con que están hechas forman parte de las características visuales de lo que lucimos.
Si a los componentes que cubren nuestros cuerpos le sumamos un significado conceptual, encontramos su asociación con el arte. Un creador de piezas en cerámica experimenta al elaborar un objeto decorativo para el cuerpo con la intención de transmitir un mensaje, un concepto, una emoción.
Tal es el caso de Luis Álvarez, un joven artista que durante la pandemia empezó a trabajar mucho con cerámica para refugiarse del caos mundial. Hasta que un día, entre pruebas y búsquedas internas, hizo su primer vestido.
Luis, conocido artísticamente como El Arcillero, comenzó haciendo cerámica utilitaria para la escenografía del hogar. Pero durante su proceso creativo decidió atreverse también a crear joyas, teniendo presente siempre la delicadeza y limpieza en cada obra de arte.
El trabajo del ceramista se percibe a través de fotografías que son difundidas en su Instagram, donde se percibe la pulcritud de cada escultura hecha por El Arcillero. Este es el resultado de un proceso de preparación y moldeamiento de la arcilla a cerámica.
De la tierra al cuerpo: el trabajo de El Arcillero
Luis Álvarez es el primer ceramista en exponer su trabajo en la Galería de Arte Nacional, en Caracas, al ser seleccionado como artista joven del mes. La exposición se inauguró el pasado 19 de febrero en los espacios exteriores de la galería. En horas de la tarde del sábado inició el evento con unas palabras del artista agradeciendo la participación de la audiencia.
Durante la inauguración se hizo un desfile en el que participaron las modelos Camila Gómez, Del Valle Veliz y Massiel Ávila. Cada pieza envolvía el cuerpo de las esculturas humanas vivientes, como lo ha explicado El Arcillero.
El objetivo principal de Luis como arcillero es romper con la fragilidad de las esculturas, haciendo objetos utilitarios para el cuerpo, como bustos, collares y hasta máscaras.
Una obra de arte que deslumbra la Galería de Arte Nacional, luego de 2 años de pandemia. Se retoman nuevamente los espacios, salas y pasillos para que las personas puedan apreciar las exposiciones.
Además, es un gran avance para aquellos ceramistas que aún no han tenido la oportunidad de exponer sus piezas en la Galería. El Arcillero llegó para romper los conceptos de cómo y de qué manera se presenta la cerámica, los espacios donde se expone y los accesorios que visten al cuerpo.
La primera visita guiada de las esculturas humanas vivientes fue el 3 de marzo, pero la exposición se mantendrá durante todo el mes en los espacios de la Galería de Arte Nacional. Si desean alguna pieza personalizada hecha por el artista, lo pueden contactar a través de +58 414 121 1193.